Acércate
Acércate. Acércate a mi vida, a mi cuerpo desnudo en la cama. Acércate a mi corazón, a mis pensamientos, a mis labios. Acércate a mi alma pero, por dios, no la rompas. Otra vez.
Bienvenido a mi pequeño rinconcito del mundo donde doy rienda suelta a mis palabras. ¿Te atreves a entrar?